sábado, 31 de agosto de 2013

Paz y reconciliación para Egipto

Año XLV, número 34



Preocupado por las dolorosas noticias que siguen llegando de un Egipto atrapado en violencias cada vez más sangrientas, el Papa Francisco ha hecho nuevos llamamientos para pedir que el país encuentre el camino del diálogo y la reconciliación.
En el Ángelus de la solemnidad de la Asunción —en Castelgandolfo— el Pontífice dijo: «Lamentablemente llegan noticias dolorosas desde Egipto. Aseguro mi oración por todas las víctimas y sus familiares, por los heridos y por cuantos sufren. Recemos juntos por la paz, el diálogo, la reconciliación en esa querida tierra y en todo el mundo.
María, Reina de la Paz, ruega por nosotros. Decimos todos: María, Reina de la Paz, ruega por nosotros» .
 
Un deseo que ratificó el 17 de agosto en una declaración difundida por la Oficina de prensa de la Santa Sede. El Santo Padre —afirmó el subdirector, el padre Ciro Benedettini— «continúa siguiendo con creciente preocupación las graves noticias que llegan desde Egipto y sigue orando y deseando que cese la violencia y que las partes elijan el camino del diálogo y de la reconciliación ».
 
Otro llamamiento lanzó el Papa el domingo 18, tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, cuando insistió: «Sigamos rezando también por la paz en Egipto. Todos juntos: María, Reina de la paz, ruega por nosotros. Todos: [repite con los fieles:] María, Reina de la paz, ruega por nosotros » .

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jueves, 8 de agosto de 2013

Vayan sin miedo para servir

Año XLV, número 31 (2.326) Ciudad del Vaticano 2 de agosto de 2013
La invitación del Papa Francisco a 3 millones de jóvenes reunidos en Río de Janeiro en la conclusión de la JMJ


Ha sido un viaje programático el que el Papa Francisco acaba de llevar a cabo en Brasil para participar en la Jornada mundial de la juventud de Río de Janeiro. No planificado por el primer Pontífice americano y latinoamericano, sino desde hacía tiempo fijado por su predecesor, el largo itinerario ha permitido en cambio al obispo de Roma tomado «casi al final del mundo» no sólo regresar a su América Latina, sino también presentarse con un conjunto de gestos y palabras tan claro y coherente como para poder considerarse precisamente como programático.
Normalmente es la primera encíclica de un Papa la que traza las principales preocupaciones e intenciones, y ciertamente la Lumen fidei se puede leer también en este modo.
Pero el documento representa sobre todo la respuesta inédita a una situación sin precedentes como la renuncia de Benedicto XVI. Su sucesor, de hecho, decidió hacer propio, con una auténtica elección de humildad y a la vez de gobierno, un texto casi concluido y que completó personalmente.
Llegó así una fortísima señal de continuidad que confirma, en la obvia diferencia de las personas, una sintonía y una complementariedad de por sí ya evidentes.

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jueves, 1 de agosto de 2013

Portadores de esperanza

En viaje por la JMJ, la llamada del Papa Francisco en Brasil y el anuncio de su regreso en 2017
La lluvia y los peregrinos

En cuanto llegó a Río de Janeiro el Obispo de Roma concluyó su primer discurso diciendo que deseaba abrazar a todo Brasil, para que «nadie se sienta excluido del afecto del Papa». Toda la primera parte de este primer viaje internacional ha mostrado, más allá de cualquier duda, que sus palabras no eran en absoluto de circunstancias. Es, en efecto, la imagen del abrazo la que mejor representa la acogida al Pontífice y la elocuente introducción a la Jornada mundial de la juventud —en la metrópolis carioca y en el santuario mariano de Aparecida — que se han desarrollado sin problemas, pero bajo una lluvia incesante.

Al frío invernal han respondido, sin embargo, el calor y el entusiasmo de muchos cientos de miles de brasileños y de peregrinos llegados de todo América Latina y de todo lugar del mundo. Que en las abarrotadas calles de Río y de Aparecida han abrazado al Pontífice, y éste, sin retenerse, ha correspondido, sonriendo a todos, estrechando manos, acariciando y besando a niños, ancianos, enfermos. Naturalmente han sido sobre todo los jóvenes quienes no se han atemorizado del mal tiempo y nutridísima fue la concelebración vespertina de apertura de la Jornada mundial presidida por el arzobispo de Río en la playa de Copacabana, mientras cientos de banderas ondeaban al viento del océano.

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